La población salvadoreña está atrapada en una crisis de representatividad con respecto a los partidos políticos, en esta coyuntura un personaje diferente ha atrapado la atención de todos; hasta el punto que se ha vuelto tan popular que no existe un salvadoreño que no sepa quién es Nayib Bukele.
Las opiniones sobre este personaje son variadas, desde los que creen que él es el que traerá la prosperidad al “Pulgarcito de América”, pasando por los que consideran que solo se trata de un populista, un agitador de masas que está aprovechando astutamente la débil situación de la política salvadoreña. Los primeros han quedado eclipsados por las gestiones edilicias que ha desempeñado en Nuevo Cuscatlán y en San Salvador; no temen demostrar su apoyo incondicional en redes sociales o estampando su firma en las listas que conformarán al movimiento “Nuevas Ideas” en un partido político. Los segundos son más escépticos y refutan a los primeros argumentando que sus obras populistas no son sostenibles en el plano nacional debido a la precaria situación que enfrenta el país con respecto a la deuda externa y al déficit fiscal.
Esta situación ha relegado a los partidos mayoritarios a un segundo plano, a razón de esto han creado un mecanismo de elección interna para determinar a sus respectivas fórmulas presidenciales, el cual ha sido duramente acusado de falta de legitimidad.
Los resultados del 4 de marzo dieron pie a la creación de una Asamblea Legislativa interesante, pues ARENA constituye, casi por sí solo, la mayoría simple necesaria para aprobar ciertas legislaciones. Cabe resaltar que es ideológicamente contraria a Bukele, quien se perfila como el candidato con más preferencia en la población para adoptar la silla presidencial. Dada la popularidad de Bukele, toda acción errónea que cometan los partidos mayoritarios constituirá un traspaso de adeptos a éste. Al parecer, ese enunciado no ha entrado en la cabeza de las cúpulas, para explicar esto mejor, un ejemplo:
La indignación popular ha comenzado a sentirse luego de que el presidente de la nueva Asamblea Legislativa, Norman Quijano, anunciara que entre sus prioridades está la construcción de un nuevo edificio para los diputados.
El reclamo de los primeros ciudadanos, a través de las redes sociales, tiene que ver con la actitud del partido ARENA, que en diciembre del año pasado negó sus votos para aprobar un crédito de 170 millones de dólares que sería utilizado para el “Programa Integrado de Salud II”, el cual tiene el objetivo de mejorar la salud de la población, a través de la construcción del nuevo Hospital Rosales, y otro hospital más a construir en la zona norte el país.
Sin embargo en la primera sesión de la junta directiva, este jueves, una de los primeros acuerdos fue pedir a los técnicos que preparen toda la información necesaria sobre los daños estructurales del edificio principal, que según Quijano “lo vuelven peligroso”. (Tomado de el periódico digital “Última Hora”)
Como se puede evidenciar, el malestar de la población crece de manera indirectamente proporcional a la cantidad de votos que éstos pueden aspirar; aunque me parece pertinente destacar que la decisión fue adoptada de manera unánime por junta directiva, conformada por más de un partido político.
Bukele se manifestó en contra de los parlamentarios, escribió en su cuenta de Facebook:
“Decenas de millones de dólares para hacer un nuevo edificio para los diputados.
Mientras tanto, ahí en la misma Asamblea Legislativa, tienen detenidos los fondos para la construcción de un nuevo Hospital Rosales, que no solo tendría nueva infraestructura, sino nuevo equipo, insumos, etc.
Así que lamento decirle a los señores diputados que no los dejaremos construir su nuevo edificio si antes no dan los votos para el nuevo Hospital Rosales.
Gracias a Dios, el pueblo tiene más poder que ustedes. No lo olviden.”
Lo curioso de esto es que provocó una oleada de reacciones en redes sociales encaminadas a expresar el repudio que adolece para con los diputados, el pueblo respondió ante las acciones que amenazarían su integridad social, asimismo expresaban el apoyo al personaje político que, según ellos, comparte el sentir del pueblo.
La presión se hizo sentir y obligó a los congresistas a pensar dos veces sus acciones, según los últimos tweets de Yanci Urbina (diputada por el FMLN) y Norman Quijano (diputado y presidente de la Asamblea Legislativa por ARENA). Algunos periódicos digitales atribuyen este punto de inflexión a las declaraciones de Nayib Bukele, sin embargo, a mí parecer, él solo fungió como el catalizador de la población, lo que en realidad ha provocado el retroceso es que se dieron cuenta de la cantidad de simpatizantes que se están perdiendo.
Los próximos meses serán decisivos en el plano político, cualquier paso en falso puede provocar la derrota en los comicios, en este tiempo la población será testigo de qué tan grande puede ser el cambio en las bancadas legislativas en función de “arrebatarle” el gane a un personaje que no es ni siquiera candidato presidencial y tiene el puesto casi asegurado. Basta recordar que él hizo llamado al ausentismo en los pasados comicios y este fenómeno creció en al menos 8 puntos porcentuales.
Habrá que esperar más de lo que el apoyo de las masas y Bukele pueden lograr.
