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  • Foto del escritorAngélica Vaquero

¿Cómo entender la caravana de migrantes?


En los últimos días ha ocurrido un suceso que ha dejado una serie de diferentes comentarios en redes sociales, de la índole más diversa; una caravana de migrantes hondureños salieron de su país con rumbo a Estados Unidos para buscar una mejor calidad de vida; se han vertido miles de comentarios para detener el flujo de migrantes, otros tantas apelando el derecho que tienen las personas de moverse libremente.


El hecho es que la migración centroamericana hacia Estados Unidos, buscando el sueño americano no es nuevo; la migración en sí misma no es nueva, basta recordar como el Homo Sapiens atravesó el estrecho de Bering para poblar América.

Sin embargo, a medida que el ser humano se fue organizando socialmente aparecieron las normas jurídicas que rigen nuestro comportamiento, éstas regulan varios aspectos de nuestra vida, entre ellos, la manera en qué migramos. El origen de los pasaportes se remonta a Luis XIV, aunque su uso se popularizó durante la Primera Guerra Mundial, los gobiernos europeos introdujeron requisitos de pasaporte fronterizo por razones de seguridad y para controlar la emigración de personas con habilidades útiles[1]. A lo largo del tiempo se fueron modificando las normas, tal es el caso que gracias al Convenio Cetroamericano de Libre Movilidad o CA-4, los centroamericanos pueden viajar dentro de la región (excepto en Costa Rica) con su Documento Único de Identidad.

Según declaraciones de los migrantes, la gente desea salir del país (Honduras) por la situación política, por la crisis generada por la situación política, por la mala administración del gobierno.


“Buscamos una facilidad de empleo ya que aquí no logramos tener uno, andamos buscando una ayuda para nuestra familia”, dijo un migrante hondureño.

El hombre aseguró que “la caótica y precaria” situación que viven en Honduras los ha obligado “a salir huyendo” de su país y a dirigirse a Estados Unidos “para tener una vida mejor”.[2] Para nadie es secreto que los países que conforman el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) tienen problemas comunes, como crisis política, mala economía, migración, delincuencia, entre otros.


A medida que los migrantes han avanzado por los diferentes países, se han visto atropellos a sus derechos humanos y al mismo tiempo la valentía y determinación que tienen para llegar a su meta, solo basta recordar como para atravesar de Honduras a El Salvador, se las ingeniaron para atravesar el Río Goascorán, limítrofe entre ambos y que a causa de las lluvias se desbordó hace unas semanas; otro acto de valentía es derribar la valla fronteriza de Guatemala – México. Las imágenes de estos sucesos remarcan el dolor que se está atravesando.


A raíz de esto, se han dado diferentes reacciones, hay una gran posición que está a favor de los migrantes, reclaman el derecho contemplado en el artículo 13 inciso 2:

“Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país.” Apelan a las afirmaciones que todos somos hijos de migrantes, que son personas que merecen respeto, también sale a relucir los problemas estructurales que tiene Honduras. Conflictos que no van a desaparecer de la noche a la mañana, la pobreza y la desigualdad vienen acompañando a la región centroamericana desde su nacimiento, basta recordar cómo nuestra independencia fue proclamada por criollos y para criollos.


La historia independiente de la hermana república de Honduras no ha sido mejor, formar parte del patio trasero estadounidense limita sus márgenes de acción tanto en su política interna como en la política externa, prueba de ello es la injerencia que tuvo la UFCO (United Fruit Company) en el país.


Este sector, normalmente apela al mal trabajo de los políticos para dirigir el país, pero un problema tan estructural como la desigualdad, debe invertirse tiempo y esfuerzos de todos los sectores para construir una solución apropiado para Honduras, lamentablemente, los grupos de poder no están dispuestos a perder sus posiciones privilegiadas, los jóvenes nos negamos a esforzarnos por ser el cambio que queremos, algunos siguen dividiendo el país, otros odian su nación y su mayor deseo es irse.


Existe el otro sector, que está en contra de los migrantes, este grupo argumenta que los países deben apegarse a las leyes migratorias y no permitir el paso de migrantes, apelan a su seguridad y soberanía nacional para restringir el tránsito de las personas de la caravana.

El líder de este grupo es el presidente de EE UU, Donald Trump quien ha manifestado amenazas de cerrar la frontera sur, así como llamar a los militares, cortar la ayuda y cooperación que se le da a Honduras y al Triángulo Norte. Algo que se ha pasado por desapercibido es que las elecciones legislativas de EE UU se acercan y la correlación de fuerzas que exista ampliará o reducirá el margen de acción del presidente. Por tanto, es menester analizar el siguiente tweet:


"Estoy viendo cómo el Partido Demócrata permite (porque quieren las Fronteras Abiertas y las leyes débiles existentes) el asalto a nuestro país por parte de Guatemala, Honduras y El Salvador, cuyos líderes están haciendo poco para detener este gran flujo de personas, INCLUIDOS MUCHOS CRIMINALES", tuiteó Trump este jueves.[3]


¿Se dan cuenta lo que hace? Está moviendo la opinión pública a favor de su persona y de su partido, si la opinión pública permanece a su lado, los votos se irán al partido republicano y sus acciones podrán ser más agresivas. Está utilizando las dolencias de un grupo de personas a su favor, esto no es perverso, es política, se está manejando cómo mantener el poder y los objetivos y fines de política exterior. Ante el ascenso de China, EE UU no plantea quedarse de brazos cruzados es por eso que se está cerrando al mundo, para crecer de manera endógena.


Dentro de esta óptica política, el accionar mexicano, guatemalteco y salvadoreño tiene sentido, no es justificable, pero existe, EE UU es el mayor socio económico de estos 3 países, tienen comunidades grandes de connacionales en Estados Unidos, estos y otros elementos hacen que no puedan tomar cualquier decisión frente al gran Estados Unidos, sí aunque la ley promulga igualdad, el poder desnivela la realidad, es por eso que los gobiernos han actuado de manera reaccionaria frente a los hondureños. O sea que están manteniendo el status quo a costa de personas que sufren, por segunda vez, esto no es perverso, es política.



El panorama luce desalentador para los migrantes, habrá que esperar los siguientes días para ver el desenlace de esta tragedia humana, sin embargo debe tomarse en cuenta que no se debe generalizar al conglomerado como delincuentes, pues cada uno de ellos tiene una historia que han dejado atrás. Si tú estás a favor de los migrantes, te animo a que puedas ayudar, ya sea defendiéndolos, dándoles comida, orando por ellos, entre otros; sostén tu punto de vista es válido, puro y humanista.

Por otro lado, si no lo estás, te invito a que reflexiones la historia centroamericana para entender más acerca de la pobreza y desigualdad estructural que aquejan la región, sostén tu punto de vista, es pragmático.

Cabe mencionar que, los dos modos de pensar son aceptados pues responden a las diferentes concepciones, intereses u otras condicionantes; pero algo que sí es seguro es que este episodio es un llamado de atención para entender que la población está sufriendo y su agonía no terminará hasta que sus condiciones de vida sean dignificadas.



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